SUDOR SANGRE Y LÁGRIMAS
En mi
conciencia aun puedo oírlos
son los
sonidos de mi pasado
que me traen
de antaño
este dolor,
en el que ahora yazgo
pero pronto
acabaran y con ellos la hora llegara!
Y en ese
momento… un placer,
dormir será.
Eh sido despojado
de todo,
de mi alma inmortal,
mi moral y mi fe en la humanidad.
Incluso del
sabor amargo, que el combate me había dejado.
Mis ojos,
perdidos en el horizonte,
solo esperan
ver la figura redentora.
La que a mi
mente venia en el pasado
cuando
lograba percibir el aroma de su cuerpo en el aire.
Y cuando a
veces me lo traía el viento...
O cuando a
veces simplemente la mañana...
O cuando a
veces simplemente se forjaba en nuestra cama.
Aquí me
hallo ahora y para siempre
todo lo que
fue ya no siempre es lo que será.
Pues en una
pila de cadáveres…
En este
momento…
Me pongo a
contar, en estos versos.
Que a nadie
más eh podido extrañar,
a nadie más
que a mí mismo,
pues aunque
soy aquí el único ser vivo,
mi alma ya
no está conmigo…
Cuanto
trabajo nos ah de costar!
Pensamos al marchar…
Deberemos
cavar, explorar y el terreno preparar
“El esfuerzo
es recompensado!” Nos dijeron
y como
ganado nos condujeron
al maldito
pozo matadero
cavamos
nuestras tumbas y las de nuestros enemigos,
pues ser
vencidos no pudimos.
Pero el
hambre y la carroña, la codicia y la traición.
Siempre
juegan mejores papeles que un peón.
Y por la
división de un tesoro y una tierra,
amigos y
hermanos, primos y cuñados
comandantes
y soldados, todos se volvieron paganos.
Y entre
ellos por la espalda se apuñalaron y traicionaron.
Por menos
que diez monedas y una comida.
Hubieran
matado a sus hermanos.
Pero es lo
que hace la guerra al hombre.
Es esta
condición extrema que nos transforma y nos hace decidir.
Y fue así
que pensando en mi familia ver
en mi esposa
y mi hijo crecer.
La masacre
del valle efectué!
Y sin
arrepentimientos hasta ahora porque…
La idea de
que con la victoria ver regresar,
a estos
cerdos que escondidos estaban
No podía
soportar!
Y entonces…
en la noche más oscura!
Al
resplandor del selénico acero.
Hermanos en
armas y comandantes perecieron.
Uno a uno,
puñal tras puñal.
Su carne se
abría, pero era mi alma la que roja se tenia…
El día
llego…
Con el sol
nos vimos a la cara.
Y así yo
alrededor,
solo quedaba
el silencio.
El olor a lo
largo de la noche atrajo algunas bestias.
Al verme a mí
mismo me di cuenta que ya no podría regresar.
Que ya no
era ese padre que por su casa iba a pelear.
Intentando
al poblado salvar,
en el máximo
rey de lo peor me había logrado transformar!
Uno por uno,
ninguno fue dejado atrás.
Todos, de
alguna manera de aquí en más, servirán.
La pila de
cadáveres mi trono será.
La sangre y
la carne mi dominio asimilara.
Y así es
como doblegare y las bestias obedecerán.
Así pues,
mientras cae la noche…
Perdido me
encuentro en mí mismo,
oyendo los
pocos recuerdos que aún conservo…
Sintiendo a
las criaturas de la noche aproximarse…
Viendo sin
mirar lo que se aproxima…
Pero más que
nada hoy! , ahora!
Me encuentro
envuelto…
En sudor,
sangre y lágrimas.